Hermandad de la Vera+cruz (Las Cabezas de San Juan)

Hermandad de la Vera+Cruz

MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES

MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES

El 17 de Enero de 1756, Dº Fernando de Angulo, Capitán de Caballería y síndico de la Orden Tercera Servita de Esclavos de María Santísima hace llegar al Provisor del Arzobispado de Sevilla una misiva en los siguientes términos:

 ”Habiendo ganado las Bulas de Roma para la erección de dicha confraternidad, y pasadas por el Consejo de la Cruzada, como de ellas se justifica, y que para el uso de los Ejercicios, sólo falta su decreto, para que el cura las obedezca y por este término logre su establecimiento la dicha Orden Tercera”.

En efecto, ya el 18 de Noviembre de 1754, el Rvdo. Prior General de la Orden de los Siervos de Mª Santísima había concedido permiso para que se erigiera la Confraternidad servita de Ntra. Sra. de los Dolores en Las Cabezas de San Juan. La concesión había llegado a nuestro pueblo desde Roma y supeditaba la erección de la citada confraternidad a varias premisas: que no hubiese congregación alguna fundada a menos de tres millas de la población, que no hubiese en la Parroquia ningún altar dedicado a la Virgen de los Dolores y que se nombrara a un sacerdote para bendecir las Coronas, Escapularios y hábitos y para dirigir los cultos en honor a la Virgen.

El Fiscal del Arzobispado, en 1756, aún esperaba las respuestas anteriores para poder otorgar el beneplácito eclesiástico a la aprobación de las reglas. No obstante, hay que reseñar que en este tiempo ya se realizaban cultos Servitas bajo la subordinación de la Congregación fundada en la Parroquia de Trebujena (Cádiz). Fernando de Angulo, remite al Arzobispado un informe, supervisado y ratificado por el párroco de Las Cabezas, Dº Miguel Estévez de Huelva.

Para dar mayor efectividad al informe, Angulo toma declaración, ante notario y la Santa Cruz, a cuatro vecinos de Las Cabezas (Marcos de Fuentes, Tomás de Fuentes, Justo Gutiérrez y a Manuel Antonio Vilches). Ellos mismos serán los encargados de dar respuesta a las cuestiones requeridas por Roma y por el Arzobispado de Sevilla para erigir la Congregación Servita en Las Cabezas, y los cuatro coincidirán en sus respuestas:

-La Congregación más inmediata a Las Cabezas está fundada en la villa de Lebrija, que dista de ella seis millas.

-No hay altar alguno en la Parroquia, si hay uno con su imagen en la Ermita de la Santa Vera Cruz que tiene sus ejercicios espirituales de la Congregación fundada en la villa de Trebujena.

-Dº Rodrigo José Villaamil, Pbro., está nombrado por director.

Otro de los aspectos que Dº Fernando de Angulo tuvo en cuenta fue el de la residencia canónica. Se pretendió – y se consiguió – que fuese en la Ermita de la Vera Cruz, donde ya existía un altar y una imagen advocada a los Dolores de Ntra. Señora que él mismo había traído de a Las Cabezas unos años antes. Para ello se contó con el asentimiento del Prior de las Ermitas del Arzobispado de Sevilla. La Hermandad de la Vera Cruz no puso impedimento alguno a la instalación del altar y mucho menos a la erección canónica de una nueva Congregación entre sus antiquísimos muros.

Todo ello se recoge en el informe final que Angulo remite al Arzobispado y que dice así:

          “Diego de Olivera, en nombre de Dº Fernando de Angulo, vecino de la villa de Las Cabezas y síndico de la Orden Tercera de Esclavos de María Santísima, parezco ante Vd. y digo que habiendo presentado las Bulas a Roma para la erección de dicha Confraternidad, se ha dado traslado al Fiscal General y para lo que hago presente a Vd. que el pueblo más inmediato a dicha villa es la de Lebrija, que está distante dos leguas, y asimismo la Congregación obtuvo licencia del Sr. Prior de las ermitas para que en la de la Vera Cruz y Altar Colateral que está al lado derecho del Santísimo Cristo, se erija el Altar para Ntra. Sra. de los Dolores; y desde luego nombran por corrector a Dº Rodrigo José Villaamil, Pbro. de esta villa, y están pronto a formar Regla para el buen gobierno, en cuya atención Suplica a V.S se sirva conceder la licencia que se tiene perdida…”

El 14 de Mayo de 1757 el Dr. Salgado, Fiscal General del Arzobispado concede aprobación a las Reglas de la Congregación de la Tercera Orden Servita de Ntra. Sra. de los Dolores.

Entre sus cultos preceptivos cabían destacar la imposición de los hábitos, coronas y escapularios. Además en Las Cabezas se constata a partir de 1776 un Solemne Septenario y una procesión vespertina en honor de la Virgen el Viernes llamado “de Dolores”.

CONCLUSIONES:

De la documentación consultada hemos podido deducir que si es 1757 el año en que se da el visto bueno a la formalización de las reglas Servitas, habrá que tomar el año 1754 como la fecha en que se establece la orden seglar en Las Cabezas.

Desde ese mismo año, 1754, se celebraban cultos en honor a la Stma. Virgen de los Dolores, sin embargo, esa situación de “legalidad eclesiástica” se “disfrazó” con una supuesta dependencia de la Congregación de la Parroquia de Trebujena hasta en tanto no se otorgó la licencia por el Arzobispo Hispalense.

El artífice y promotor devocional de la Orden Tercera fue un capitán de Caballería, hijo de Las Cabezas y llamado Fernando de Angulo. Persona muy bien relacionada en los ámbitos y círculos religiosos, tanto a nivel local como arzobispal. Consiguió no sólo instituir la devoción dolorosa sino buscar primero un emplazamiento encomiable, la Vera Cruz – que era centro devocional de la villa – y luego en la Parroquia, en el lugar más próximo al Sagrario. Además nombró por primer director espiritual a su cuñado Rodrigo J. Villaamil, hermano de su esposa, Bárbara Villaamil; lo que facilitó notablemente la proliferación cultural en honor a la Virgen de los Dolores.

Que nadie confunda la ubicación de la Virgen en la Vera Cruz con su relación con la Hermandad titular de la ermita, esto es, en principio nada tuvo que ver la Cofradía de la Vera Cruz con la Servita de los Dolores. La Historia y una serie de vicisitudes, que en otras ocasiones (Dm.) analizaremos, harían que estas dos señeras corporaciones se unieran para siempre.

Extraido de 1754 un año clave para la tercera orden Servita en Las Cabezas de San Juan. Francisco Javier Álvarez Vilar.

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